Su creador, el ingeniero y piloto eslovaco Stefan Klein, dijo que puede volar unos 1.000 km a una altura de 2.500 metros, y que ha registrado hasta el momento 40 horas en el aire.
Solo necesita 2 minutos y 15 segundos para transformarse en avión.
Una experiencia “muy placentera”
Tras el vuelo, sus estrechas alas se plegaron a los lados.
Klein lo sacó de la pista y lo condujo directamente hacia la ciudad, bajo la mirada de algunos reporteros invitados al evento.
Describió la experiencia, la madrugada de este lunes, como “muy placentera”.
En el aire, el vehículo alcanzó una velocidad de crucero de 170 km/h.