Alemania y su dependencia energética de Rusia
- Actualidad
Jos M.C.
- 17 de abril de 2022
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El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha reprochado a Alemania y Hungría que sigan comprando petróleo a Rusia: «No entiendo cómo se puede ganar dinero con sangre». Las quejas del presidente ucraniano, formuladas en una entrevista en la BBC, ponen en el foco la dependencia energética que tiene Europa con respecto a Rusia, sobre todo Alemania, que paga a Moscú 200 millones de euros diarios únicamente en gas.
La guerra ha trastocado los planes de Alemania de conseguir la neutralidad climática en 2050. Este es un plan que estaba liderando el ministro de Economía y vicecanciller alemán, Robert Habeck, embarcado en un camino que pretende alcanzar gracias al canal Nord Stream II, un sistema con el que Alemania creía tener asegurado el gas que necesita como tecnología puente hasta lograr la neutralidad climática en 2050.
Compras de más de 200 millones de euros diarios en gas ruso
La dependencia alemana de la energía rusa no es ningún secreto. Cada día desembolsa más de 200 millones de euros para seguir recibiendo el gas necesario para la industria química, la del metal, automóvil, alimentación y los hogares alemanes.
Más de mes y medio después de comenzar el conflicto en Ucrania, Alemania ya ha prohibido las importaciones de carbón ruso, y para finales de 2022 considera que podrá prescindir del petróleo del país liderado por Vladímir Putin.
Esto lo conseguiría en el caso de construir dos regasificadoras para el gas líquido de Qatar y Estados Unidos, ya que todavía no dispone de ninguna. De esta forma, Alemania busca que en 2030 el 80% de la electricidad del país provenga de energías renovables, y en 2035, el 100%.

Alemania crecerá menos por la guerra y entrará en recesión sin el gas ruso
El crecimiento de la economía alemana se ralentizará drásticamente en 2022 como consecuencia de la guerra en Ucrania, y el país entraría en recesión en 2023.
La economía de Alemania crecerá en 2022 menos de lo inicialmente previsto como consecuencia de la guerra en Ucrania, cuyo impacto más severo podría resultar en recesión en 2023 si se corta el suministro del gas ruso, según la previsión de los principales institutos económicos del país.
«No hay ninguna buena noticia que anunciar», resumió Stefan Kooths, vicepresidente del Instituto de Economía Mundial de Kiel (IfW Kiel), uno de los que presentaron sus previsiones este miércoles en Berlín.
Kooths admitió que la invasión rusa de Ucrania ha tenido como resultado un «estrés añadido a las cadenas de suministro» internacionales de materias primas y mercancías, que ya sufrían el impacto de las restricciones impuestas en todo el mundo por la pandemia.
Según los cinco institutos económicos que presentaron sus previsiones de primavera el crecimiento de la economía alemana se ralentizará drásticamente en 2022 como consecuencia de la guerra, hasta el 2,7 % o solo el 1,9 % si se suspenden las importaciones de gas ruso, lo que haría entrar al país en recesión en 2023.
Todos ellos creen que la guerra tendrá un claro impacto en el comportamiento del Producto Interior Bruto (PIB), rebajan así su pronóstico desde el 4,8 % que esperaban para 2022 antes de la guerra y creen que la inflación será del 6,1 %, la mayor en cuarenta años.
Los institutos consideran que la eliminación de restricciones impuestas por la pandemia aporta algo de alivio a la economía de la primera potencia europea, pero las consecuencias de la guerra se harán notar en 2022, aunque en 2023 esperan una recuperación del 3,1 %, según lo que denominan «escenario de base».
«El proceso de recuperación de la economía alemana se retrasa de nuevo. La coyuntura está caracterizada por flujos en direcciones contrapuestas, que tienen efectos alcistas sobre los precios», según dijo Kooths.
El «escenario de base» que prevén los expertos es de un aumento del PIB del 2,7 % en este año, que se reduce hasta el 1,9 % si se produce un corte de los envíos de gas ruso hacia Alemania, que depende en un 40 % de las importaciones procedentes de ese país.