Las nuevas armas hipersónicas del Kremlin, como los sistemas Avangard y Kinzhal, pueden esquivar el escudo antimisiles desplegado por Estados Unidos en Europa (en Polonia y Rumania). Según el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, el 90% del arsenal nuclear ruso ya ha sido modernizado para adaptarlo a este nuevo armamento. Shoigú, además, ha prometido triplicar la cifra total de misiles de crucero para 2026. Putin, por su parte, ha señalado que Washington desplegará sus misiles de nueva generación en Ucrania en cuanto estén listos para animar a Kiev a realizar un ataque.
“Estados Unidos no tiene aún armas hipersónicas, pero sabemos cuándo podría desarrollarlas. No hay forma de ocultarlo, todo queda grabado”, ha dicho el mandatario ruso antes de elucubrar que Washington, “bajo esta cobertura, podría armar a los extremistas del país vecino y empujarlos contra Rusia, contra algunas regiones rusas en particular… diremos Crimea”.
El presidente ruso Vladímir Putin advirtió de la posibilidad de una respuesta militar: «Rusia defiende una seguridad igual e indivisible en el área euroasiática. Y en caso de que los colegas occidentales continúen con su línea claramente agresiva, tomaremos las medidas militares y técnicas adecuadas como respuesta»