Según explica la empresa estadounidense, este tipo de reparaciones “están pensadas para personas con los conocimientos técnicos y la experiencia necesaria para reparar dispositivos electrónicos”. Recomienda, por tanto, que si el perfil del cliente no es ese, se acuda a un profesional, puesto que suele resultar más fiable.
Hasta ahora, cuando un terminal de la empresa dirigida por Tim Cook sufría una avería, los clientes podían acudir, aparte de a las tiendas oficiales de Apple (tanto físicas como en línea), a los casi 8.000 proveedores de servicios y reparaciones autorizados que tiene.
El jefe de operaciones de Apple, Jeff Williams, ha explicado que “en los últimos tres años prácticamente se ha duplicado el número de lugares en los que se puede acceder a las mismas piezas, herramientas y formaciones que emplea Apple”, pero ahora darán “más opciones a aquellos que quieran hacer sus propias reparaciones”.
Un buen número de usuarios lleva tiempo reclamando más facilidades para poder arreglar los terminales y no verse obligados a sustituirlos por otros nuevos, además de unos precios más asequibles en los servicios de reparación. Apple no ha comunicado todavía los precios que tendrán las herramientas y piezas individuales.