BlackRock responde a las críticas de Soros defendiendo sus inversiones en China

 BlackRock responde a las críticas de Soros defendiendo sus inversiones en China

Duelo dialéctico de gigantes de la inversión a cuenta de la inversión. Las críticas de George Soros a BlackRock por aumentar sus inversiones en China han provocado la respuesta de la gestora de fondos, la mayor del mundo, al conocido y multimillonario filántropo. Desde la firma han contestado sacando músculo por la buena marcha de sus inversiones en el gigante asiático.

Si Soros calificaba de «trágico error» que BlackRock entrase con todo en una China que el presidente Xi Jinping está convirtiendo en una «versión actualizada» de la de Mao Zedong, desde la gestora aseguran que, para empezar, su filial de fondos de inversión en el país creó su primer fondo allí tras recaudar 6.680 millones de yuanes chinos (1.030 millones de dólares) de más de 111.000 inversores.

«EEUU y China tienen una relación económica grande y compleja. El comercio total de bienes y servicios entre los dos países superó los 600.000 millones de dólares en 2020. A través de nuestra actividad de inversión, los gestores de activos con sede en EEUU y otras instituciones financieras contribuyen a la interconexión económica de las dos mayores economías del mundo», defiende un portavoz de la gestora, según recoge CNBC.

«Creemos que los mercados financieros integrados globalmente proporcionan a las personas, empresas y gobiernos de todos los países un acceso mejor y más eficiente al capital que apoya el crecimiento económico en todo el mundo», añade.

En su tribuna de opinión en el WSJ, Soros criticaba que esta apuesta por China haría perder dinero a los clientes de BlackRock. «La inmensa mayoría de los activos que gestiona BlackRock son para la jubilación. Los clientes de BlackRock en todo el mundo -incluyendo muchos clientes estadounidenses- buscan una amplia gama de inversiones, incluyendo en China, para lograr su jubilación y otros objetivos financieros», responde el portavoz de la firma, desde donde consideran que esto puede ayudar a China a hacer frente a su creciente crisis de jubilación aportando su experiencia en sistemas de jubilación, productos y servicios.

Este encontronazo con Soros se produce poco después de que BlackRock lanzara un conjunto de fondos de inversión y otros productos de inversión para los consumidores chinos. Con esta iniciativa, la firma se ha convertido en la primera empresa de capital extranjero que opera en el sector de los fondos de inversión en China.

Soros, por su parte, lleva semanas alertando de que la tormenta regulatoria en China no ha hecho más que empezar y que Xi buscará perpetuarse en el poder, para lo que menoscabará a empresas que puedan hacer alianza contra él. También afirma que las inversiones en China comprometen la «seguridad nacional» de EEUU.

«Este proceso se ha desarrollado en el último año y ha ido in crescendo en las últimas semanas. Comenzó con la abrupta cancelación de una nueva emisión de Ant Group de Alibaba en noviembre de 2020. Luego vinieron las medidas disciplinarias contra Didi -el Uber chino- después de que saliera a bolsa en Nueva York en junio. Las cosas culminaron con el destierro de China de las empresas educativas financiadas por EEUU. Esto tuvo un efecto profundamente negativo en los mercados extraterritoriales, golpeando a las empresas chinas que cotizan en Nueva York y a las empresas fantasma», añade el inversor en su tribuna en el WSJ.

Por contra, el Instituto de Inversión de BlackRock recomendó a mediados de agosto que los inversores aumentaran su exposición a China hasta tres veces en algunos casos. A principios de año, el consejero delegado Larry Fink describió en una carta a los accionistas el mercado chino como una «importante oportunidad para ayudar a cumplir los objetivos a largo plazo de los inversores en China y a nivel internacional».

BlackRock insiste en mirar a China
Pese a la presión reguladora de Pekín y incertidumbres como la surgida por la inminente quiebra del coloso inmobiliario Evergrande, este mismo instituto se pronuncia así en su comentario financiero de esta semana pese: «China ya es un claro polo de crecimiento mundial. Creemos que ha llegado el momento de tratarla también como un destino de inversión separado de los mercados emergentes y los países en desarrollo. Las autoridades chinas han comenzado a flexibilizar sus políticas a medida que el crecimiento se ralentiza, pero creemos que mantendrán esta postura política ampliamente».

«Creemos que la represión de algunas industrias privadas podría prolongarse durante años, pero su intensidad probablemente fluctuará. Todavía no hemos visto el punto álgido de la campaña reguladora, pero podríamos ver cómo se moderan su ritmo e intensidad en medio de un de un crecimiento más lento», sostienen también.

Este duelo amenaza con intensificarse en el corto plazo. Soros, además de a BlackRock, señalaba en su escrito a otras firmas como Goldman Sachs o Blackstone por su interés en China. Desde dichas compañías el mensaje parece claro: a China aún se le puede sacar rédito.

Artículos relacionados