La nomenclatura elegida para bautizar a sus vehículos atiende a un proceso «extenso, cuyo objetivo es servir de orientación a los clientes y conseguir que se comprenda en todo el mundo», explica la compañía.
Como ejemplo el BMW 745e «el primer número de la combinación de tres dígitos tras BMW identifica el segmento o la serie del modelo», explica la experta Petra Marz. Cuanto más alto sea este número, mayor será la gama del vehículo dentro de BMW. Por otro lado, los números pares se utilizan para los modelos deportivos.
Las dos cifras que siguen solían estar asociadas a la cilindrada del motor, pero ahora sirven para identificar la cilindrada en kW: el número 45, que aparece en el ejemplo, tiene una potencia de entre 300 y 350 kW.