El Bernabéu acoge una batalla futbolística entre dos estilos diferentes. Un Madrid en transición contra un PSG presionado por ganar la Champions.
En un duelo que enfrenta a dos mandatarios tan poderosos como Florentino Pérez y Nasser Al-Khelaifi, a dos entrenadores de prestigio como Carlo Ancelotti y Mauricio Pochettino, a dos de los mejores futbolistas de la última década como Karim Benzema y Neymar Júnior, y que tiene en Leo Messi al ganador de siete Balones de Oro, todas las miradas están puestas sobre Kylian Mbappé. El gran protagonista de este Real Madrid-PSG, la guerra de dos mundos por el dominio del nuevo fútbol y por el futuro de la máxima estrella de balompié actual.
Sonriente y sin cojera aparente después del fuerte golpe sufrido en el entrenamiento del lunes, Mbappé salió ayer a calentar al Santiago Bernabéu. Era la imagen más esperada del día, de la semana y de la temporada. Dio unos pasos, elevó la mirada al cielo de Chamartín y se quedó embobado con las obras de remodelación del estadio. Tanto que comenzó a comentarlas con miembros del cuerpo técnico y con algunos compañeros, entre ellos Messi, que también echaron la vista hacia arriba. En la grada, Al-Khelaifi conversaba en tono serio con Leonardo, director deportivo del club parisino, y con Pochettino, que señalaba con interés la estructura que servirá para soportar el techo del Nuevo Bernabéu.