La primera parte, en gran medida carente de emoción, se animó justo antes del descanso, cuando el árbitro decretó la continuación del juego al caer lesionado Andreas Christensen, lo que permitió a Raheem Sterling adelantar al Manchester City. La frustración fue aún mayor cuando se nos negó la posibilidad de sacar un sustituto, terminando la mitad con 10 hombres, y luego se concedió un penalti a los locales en el tiempo añadido.
Sin embargo, Edouard Mendy estuvo muy atento al arriesgado disparo de Sergio Agüero y detuvo el penalti con comodidad, y los Blues se defendieron con fuerza cuando volvieron a contar con 11 jugadores en la segunda parte.
Primero, Hakim Ziyech envió un disparo raso a la esquina inferior desde fuera del área para igualar el marcador, tras una buena jugada por la derecha de César Azpilicueta y Christian Pulisic.
Luego, con la frustración creciente después de que tres goles de Chelsea fueran anulados por fuera de juego, dos de Timo Werner y uno de Callum Hudson-Odoi, Marcos Alonso apareció en el área en el tiempo añadido de la segunda parte para rematar el recorte de Werner y darnos los tres puntos.