El juez pitó el final del partido a los 85 minutos cuando Mali ganaba por 1-0 desde los 3m. del segundo tiempo por el gol de Ibrahima Kone, mediante un tiro penal.
Ante el reclamo del banco de Túnez y la advertencia de sus asistentes, Sikazwe se dio cuenta del error y reanudó el partido.
Sin embargo, cuando el reloj de la transmisión oficial marcaba el minuto 89, el árbitro volvió a dar por finalizado el encuentro.
Además de los segundos que restaban para llegar a los 90 minutos reglamentarios, el árbitro determinó el final del partido sin adición, cuando se habían producido cinco ventanas de cambios, una atención médica y un chequeo de VAR para cobrar el penal que definió el resultado.
Unos cuarenta minutos después del final, el equipo arbitral y los jugadores de Mali volvieron a salir del campo de juego del estadio de Limbé, en Camerún, para jugar los minutos que restaban, pero el plantel de Túnez decidió no volver.
Ahora, Túnez presentó una queja formal a la CAF y se espera que este escándalo continúe.