Debido al aumento de contagios y estancamiento del avance del proceso de vacunación, algunos países imponen la vacunación a mayores de 18 años, a empleados de servicios sanitarios y a personas que deseen acudir a ciertos lugares públicos y de alta concurrencia.
El aumento de casos de COVID-19 en diferentes países del mundo -relacionado a las nuevas variantes del SARS-CoV-2- y el estancamiento del avance del proceso de vacunación plantean un nuevo escenario en que los gobiernos obligan a sus poblaciones a inocularse.
Aunque aún son pocos los gobiernos que han impuesto la vacunación a todos los mayores de 18 años, varios ya ya lo hacen para ciertas poblaciones, empleados de algunos servicios públicos o para personas que deseen acudir a ciertos lugares públicos de esparcimiento. Otros no lo imponen a sus ciudadanos, pero sí a quienes quieren ingresar a su territorio.
Lo cierto es que, si bien en todo el globo ya se superaron 4,300 millones de dosis de vacunas, los contagios de COVID-19 no paran, y el último jueves se superó la barrera de 200 millones de casos, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.