Hay 99 residentes a los que los servicios de asistencia no han podido contactar.
Y, finalmente, están las 700 personas que el número de emergencias habilitado para buscar a los desaparecidos había recibido. Aunque es prácticamente seguro que la inmensa mayoría de los nombres incluidos en esa última cifra no tengan nada que ver con el derrumbe, la cifra añade un toque extra de alarma a la catástrofe. La gravedad del accidente ha sido tal que el presidente de EEUU, Joe Biden, ha ofrecido ayuda del Estado federal al Gobierno de Florida en las tareas de rescate.