Eintracht Frankfurt, verdugo de Barça y Betis, completó su gran trayectoria en la Europa League conquistando el título al derrotar al Rangers de Gio van Bronckhorst por penaltis (1-1 y 5-4) en la final disputada en el Sánchez-Pizjuñan de Sevilla bajo un fuerte calor.
Tras la conquista de la Copa de la UEFA en 1980, el formato anterior, Eintracht Frankfurt volvió a celebrar con triunfo por penales ante Rangers.