Nadie hizo falta
Si alguien sabe de darle mucho valor agregado a un personaje no muy conocido es James Gunn. Su trabajo en Guardianes de la Galaxia, volviendo íconos a héroes que el público nunca antes había escuchado no fue fácil. Así, repitiendo la fórmula, el cineasta tomó un grupo de extraños y los exaltó.
Al hacerlo, demostró que no era necesario colocar un super cameo o reutilizar todos los personajes… Y sí, para responder una cuestión, Idris Elba suplió más que bien el lugar de líder, siendo Bloodsport un personaje mucho mejor diseñado que el Deadshot de Will Smith.
Además de Elba, los nuevos miembros del escuadrón le dieron a la historia un tono encantador. De la misma manera, los que retornaron (Harley Quinn, Amanda Waller y Rick Flag) evolucionaron sobremanera y parecían ser personajes completamente nuevos.
Acción y comedia puras
Sin rayar en lo ridículo, Gunn se hizo con un guion brillante, no hay otra palabra. El libreto fue diseñado como con microscopio, a fin de no dejar ni un milímetro bien configurado, y funcionó. Los chistes, los momentos serios, las escenas de tensión, todo ocupó muy bien su instante y lugar.
Por otra parte, el escritor no exageró cuando dijo que aquí estarían las mejores secuencias de acción que ha dirigido. Esta cinta le lleva años luz de ventaja al resto de sus compañeras del DCEU en materia de combate.