El mundo celebró el viernes la llegada del año 2022 con festividades restringidas por el COVID-19, entrando en un tercer año de pandemia con una explosión de contaminaciones y tímidos signos de esperanza.
Las islas Kiribati, en el Pacífico, fueron las primeras en dar la bienvenida al nuevo año a partir de las 10H00 GMT.
Pero desde Seúl hasta Ciudad de México y San Francisco, muchas festividades fueron nuevamente canceladas o severamente restringidas.
En París, donde se canceló el tradicional espectáculo de fuegos artificiales de Nochevieja, miles de personas, mucho menos que antes de la pandemia, pasearon por los Campos Elíseos, donde la policía controlaba el uso de mascarillas, nuevamente requerido.
«Todo está cerrado en Países Bajos, así que es mejor aquí. Me quedaré hasta la medianoche», explica Koen, un turista holandés de 22 años que fue a París con su novia.