Lo primero que llama la atención es su aspecto indudablemente futurista, que realmente busca marcar un antes y un después en las bicis estáticas. Una de las zonas que más destaca en un primer momento es, sin duda, su espectacular rueda delantera, que se distingue por su gran tamaño y por no disponer de llanta ni de buje.
No hay que pasar por alto la vistosa luz posterior, que es de tipo LED e imita en parte a las del automóvil eléctrico de Lexus. Otra de las partes que sorprende por su diseño es el cuadro de la bici, pues integra una pieza que se dobla sobre sí misma para dar lugar al sillín. La bicicleta está pensada para enchufarse a la red eléctrica solo cuando no se esté utilizando, momento en el cual se recarga la batería para que esté preparada de cara al siguiente uso.