Estados Unidos el país más endeudado del mundo

 Estados Unidos el país más endeudado del mundo

Estados Unidos es el país con la deuda nacional más alta del mundo con 31,4 billones de dólares / La deuda mundial actual es de 305 billones de dólares, 45 billones de dólares más que antes de la pandemia de COVID-19, según el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF)

De los $305 billones de deuda, las corporaciones representan $161,7 billones (53%), los gobiernos deben $85,7 billones (28 %) y los individuos comprenden $57,6 billones (19%).

EE.UU. debe tanto dinero como los siguientes cuatro países con la deuda más alta, incluidos China ($ 14 billones), Japón ($ 10,2 billones), Francia ($ 3,1 billones) e Italia ($ 2,9 billones).

La deuda global seguirá creciendo a medida que el endeudamiento de los gobiernos siga subiendo, afectado por factores como el envejecimiento de la población, las tensiones geopolíticas, el aumento de los costos de la atención médica y las disparidades en la financiación climática.

1 EE.UU $31.4

2 China $14.00

3 Japon $10.17

4 Francia $3.14

5 Italia $2.87

6 India $2.70

7 Reino Unido $2.70

8 Alemania $2.62

9 Canada $1.81

10 Brazil $1.63

Desde 1960, Estados Unidos ha subido su techo de endeudamiento 78 veces, y pronto serán 79 si el Congreso aprueba el último acuerdo in extremis. En un muro electrónico de Manhattan, no lejos de Times Square, hay un contador gigante que muestra, en tiempo real, el monto de la deuda nacional.

Desde su inauguración en 1989, el Reloj de la Deuda Nacional ha marcado un ascenso inexorable, pasando de 2.7 billones de dólares a más de 31 billones en la actualidad. Nunca antes Estados Unidos o la economía mundial habían estado tan endeudados. Y desde el año 2000, el stock de deuda global se disparó de 87 billones de dólares a más de 300 billones; un ritmo que casi duplica el crecimiento del PIB mundial.

Dejando a un lado la teatralización política, las intrigas y los juegos al borde del abismo que hoy acompañan cada aumento del techo de endeudamiento en los Estados Unidos, ¿hay algo que pueda hacerse para detener (o al menos frenar) el reloj?

A inicios de este siglo, Suiza ideó una solución llamada “freno a la deuda”, que obliga al gobierno federal a mantener un presupuesto equilibrado en el transcurso del ciclo económico. En respuesta a la creciente deuda pública y a una repetición de déficits en los noventa, un grupo de economistas y políticos suizos empezó a promover una enmienda constitucional para limitar el gasto y el endeudamiento del Estado. En 2001, el gobierno suizo propuso el freno a la deuda, los votantes lo aprobaron por amplia mayoría en un referendo, y se incorporó a la constitución del país.

Los resultados han sido sorprendentes. Desde su aprobación, la deuda pública total como porcentaje del PIB se redujo del 30% al 20%; mientras que en el mismo período, el endeudamiento alcanzó niveles inéditos en el Reino Unido (186%), Japón (227%), los Estados Unidos (123%) y otros países.

El freno a la deuda en Suiza funciona porque tiene un objetivo simple y riguroso: limitar el crecimiento de la deuda pública impidiendo al gobierno gastar dinero que no tiene. Además, como está consagrado en la constitución, cuenta con un alto grado de legitimidad política y es difícil de derogar o enmendar. Y el hecho de fijar un punto de referencia claro respecto del cual medir el desempeño aumenta la responsabilidad de los funcionarios electos ante los ciudadanos a los que representan y elimina la tentación de endeudarse y pasar el fardo a las generaciones futuras sólo para asegurarse la reelección.

Pero el freno a la deuda no es una camisa de fuerza: incluye estabilizadores automáticos y anticíclicos, que permiten mantener déficits temporales durante períodos de debilidad económica (por ejemplo, la crisis del Covid-19) y en los buenos tiempos alientan a devolver lo adeudado.

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