Su análisis de estos pacientes, procedentes mayoritariamente de Marsella, localidad del sur de Francia, reveló 46 mutaciones y 37 deleciones que dieron como resultado 30 sustituciones de aminoácidos y 12 deleciones. Catorce sustituciones de aminoácidos, incluidos N501Y y E484K, y 9 deleciones se encuentran en la proteína de pico.
El SARS-CoV-2 está cubierto de pequeñas proteínas en forma de picos. Estas proteínas se unen a los receptores de las células, iniciando un proceso que permite que el virus libere su material genético en una célula sana.
Este patrón de genotipo llevó a crear un nuevo linaje de pangolines llamado B.1.640.2, que es un grupo hermano filogenético del antiguo linaje B.1.640 renombrado como B.1.640.1. Ambos linajes difieren en 25 sustituciones de nucleótidos y 33 deleciones.
El conjunto de mutaciones y la posición filogenética de los genomas obtenidos indican, según los científicos, una nueva variante que han denominado IHU. “Estos datos son otro ejemplo de la imprevisibilidad de la aparición de variantes del SARS-CoV-2 y de su introducción en un área geográfica determinada desde el extranjero”, explican los autores del estudio.