Jeep está inmerso en su proceso de electrificación. Empezó con el Renegade y el Compass, sus vehículos de más volumen en el mercado, y en el futuro se aventurará con el Grand Cherokee, que llegará el año que viene. Ahora le toca a su vehículo más reconocible, a su icono: el Wrangler. El todoterreno de la marca del grupo Stellantis se estrena en el mundo enchufable con su versión 4xe, disponible en sus acabados Sahara, Rubicon y 80th Anniversary.
Jeep ha insistido mucho en que ha querido conservar la esencia del modelo, por lo que los cambios estéticos son mínimos, y, por supuesto, no han querido restarle ni un ápice de su capacidad offroad, ya que el Wrangler está hecho por y para disfrutar fuera de la carretera. El resultado es una variante más potente que cualquiera de sus equivalentes de combustión, aunque algo más cara, y más eficiente que no solo cumple con lo buscado por la compañía, sino que además mejora en algunos aspectos, como precisamente en su comportamiento fuera de la carretera.