Kim Kardashian lució un vestido original de Marilyn Monroe
La socialité y empresaria estadounidense no deja de deslumbrar con sus apariciones en eventos donde se juzga la vestimenta de los presentes. Esta vez volvió a hacerlo en el más importante de la industria de la moda, la MET Gala, liderado por la influyente Anna Wintour.
Más allá del diseño en sí que lució Kim Kardasian en las escalinatas del Museo Metropolitano de Arte (MET), hay que mirar el significado de la pieza emblemática que eligió, pues se trata del vestido que llevó la legendaria actriz Marilyn Monroe en un momento histórico, cuando le cantó el “Happy Birthday” al presidente de Estados Unidos John F. Kennedy, el 19 de mayo de 1962.
Otra información destacable que reina en los medios asociada con el look que llevó anoche la dueña de Skims, es que confesó que tuvo que someterse a un riguroso régimen para perder peso para que el traje le pudiera quedar perfecto en su cuerpo.
El vestido de Kim Kardashian en la MET Gala 2022
Este año el evento benéfico del Costume Institute del MET volvió a su habitual celebración del primer lunes de mayo para presentar la muestra de este año: “In America: An Anthology of Fashion”, segunda parte de su exposición sobre la moda americana que inició con “In America: A Lexicon of Fashion” el año pasado. Para 2022, el tema elegido para inspirar a las personalidades que pisaron la alfombra roja fue “Gilded Glamour” (Glamour dorado), que hace referencia a la Edad Dorada de Estados Unidos, donde reinaba la opulencia, el maximalismo y el lujo.
Kim Kardashian hizo una elección que, sin duda, quedará para la historia de este evento de la moda. Como mencionamos antes, lució el vestido original -por si quedaba duda- que llevó Marilyn Monroe cuando cantó con su sensual voz “Happy Birthday, Mr, President…” para Kennedy en su cumpleaños 45. El traje fue diseñado a medida por el modisto francés Jean-Louis, en tono cercano a la piel de la actriz, con 6 mil diminutos cristales cosidos a mano -según detalló Kim en su cuenta de Instagram-, por el cual la rubia legendaria llegó a pagar unos 1,440 dólares.
Kardashian confesó que cuando tuvo la idea de llevar este naked dress no le quedó, así que con mucha determinación se sometió a una dieta estricta sin carbohidratos ni azúcar durante tres semanas para liberarse de los 7 kilos que le impedían entrar en la prenda histórica que, según Vogue, solo llevó por breve tiempo por respeto y para extremar los cuidados que amerita una pieza de museo.
