Taiwán se sitúa en una parte estratégica, pues se encuentra a 120 kilómetros de la costa suroriental de China continental. Su ubicación es esencial para objetivos económicos y militares. Sin embargo, esta guerra va más allá del plano geopolítico, pues Taiwán es el mayor productor de microchips en el mundo; según datos de TrendForce, 65% de estas piezas se hace en la isla.
La posibilidad de una invasión de China a Taiwán puede tener consecuencias más allá del plano geopolítico, pues la mayoría de aparatos electrónicos requieren de microchips.
Es decir que la hipotética reunificación de la isla con China le daría el control a este país de la industria tecnológica; un mercado que también es muy apetecido por Estados Unidos.
“A diferencia de lo sucedido entre Rusia y Ucrania, sí podría generar una respuesta por parte de EU, que nos lleve a una nueva guerra mundial, ya que la isla es estratégica para los intereses del país norteamericano”, afirmó Juan Ballén, director de análisis u estrategia de Casa de Bolsa.
Los expertos dicen que es poco probable que se desate una guerra, sin embargo, el panorama es incierto.