De todos modos, el ministro defendió a las fuerzas de seguridad y apuntó a la violencia de los manifestantes, especialmente en la protesta por la construcción de un embalse en Sainte-Soline, que derivó en una batalla campal.
«En Sainte-Soline como en ciertas manifestaciones salvajes, no se trata de mantenimiento del orden, se trata de guerrilla», dijo Darmanin, quien aseguró que 1.093 agentes de seguridad han resultado heridos desde el 16 de marzo.
A raíz de la ola de protestas en Francia, sindicatos de abogados, partidos de izquierda, la defensora del pueblo y oenegés como Amnistía Internacional han alertado contra la actuación policial.
Incluso el relator especial de la ONU y el Consejo de Europa expresaron su inquietud sobre el uso de la fuerza en la policía francesa.
«Entiendo las críticas pero animo a sus autores a que, en vez de comentar extractos de videos desde Nueva York o Bruselas, vengan al terreno», replicó el ministro en esta entrevista.