Según publicó el diario Daily mail en su versión australiana, el número uno del ranking ATP solicitó que se le asigne un chef personal con el objetivo de cuidar su estricta dieta libre de gluten. Además, ha elevado un pedido para ser transferido a un complejo de departamentos con una cancha de tenis para poder entrenar de cara a su objetivo de participar en el primer Grand Slam del año. De hecho, el serbio se ha ofrecido a pagar de su propio bolsillo la contratación de un grupo de agentes de seguridad privados para garantizar el traslado.
Sin embargo, todas y cada una de sus peticiones han sido rechazadas por la Fuerza Fronteriza Australiana. De esta manera, Djokovic deberá regirse bajo las mismas condiciones que las otras 32 personas que están confinadas en este espacio, todos ellos refugiados y solicitantes de asilo. Este centro migratorio ubicado en el antiguo Park Hotel tiene las ventanas herméticamente cerradas y nadie puede entrar ni salir, solo puede retirarse el personal que allí trabaja. Se trata de un lugar que ha recibido numerosas denuncias en los últimos años por sus precarias condiciones: comida en mal estado, incendios ocasionales, insectos en las habitaciones y brotes de covid-19 son solo algunas de las preocupantes situaciones que deben atravesar los residentes.