La mujer conocida en China como la «princesa de Huawei» había sido acusada por funcionarios estadounidenses de engañar al banco HSBC por eludir las sanciones de Estados Unidos contra Irán, lo que ella niega.
El viernes, sin embargo, tanto Reuters como el Wall Street Journal informaron que el Departamento de Justicia de Estados Unidos acordó resolver los cargos, lo que le permitió dejar su arresto domiciliario de 24 horas al día, 7 días a la semana, por primera vez en tres años.
Los funcionarios estadounidenses acusan al gigante chino de las telecomunicaciones de usar su influencia global para espiar a otros países para su gobierno local. Huawei lo niega enérgicamente, alegando que Estados Unidos lo está apuntando simplemente para dañar a China.
Las audiencias de extradición habían concluido el 18 de agosto y se esperaba la decisión de un juez para el 21 de octubre.