En el mismo día en que el presidente cumplió un año de mandato, quienes apoyaron al golpe de Estado de 2019 prepararon una gran movilización contra el Gobierno nacional. Pero la oposición ya no tiene la convocatoria de la cual gozaba dos años atrás.
Este 8 de noviembre fue un día especial en Bolivia. El presidente, Luis Arce, cumplió un año de mandato, también se cumplió un año de recuperación de la democracia en el Estado Plurinacional. Para celebrarlo, la oposición convocó en la misma fecha a un «paro cívico indefinido» en todo el país, que pasó completamente desapercibido. Protestaron en rechazo a las últimas leyes aprobadas en el Parlamento, pero dejaron en evidencia que carecen de apoyo notable por parte de la población.
En las primeras horas del 8 de noviembre, la Policía Nacional comenzó un operativo en todo el país para evitar que se corten caminos en el marco del paro convocado por algunos comités cívicos del país. Cientos de uniformados ocuparon sitios estratégicos y desbloquearon rápidamente allí donde estos pequeños grupos pititas (derechistas) habían bloqueado, en los departamentos de Cochabamba (centro) y Santa Cruz (este).