Azot puede convertirse en una nueva Azovstal, la acería de Mariúpol que sufrió semanas de duro asedio de las tropas rusas.
Militares ucranianos y cientos de civiles se refugian en las profundidades de Azot, una planta química de Severodonetsk, en la provincia de Lugansk, despertando los temores de que se convierta en una nueva Azovstal, la acería de Mariúpol que sufrió un terrible asedio por parte de las tropas rusas durante varias semanas, antes de ser evacuada. Según informaciones del Ministerio británico de Defensa, los del Kremlin han reclamado a los ucranianos que depongan las armas, pues la resistencia en Azot impide el control total de Severodonetsk, una ciudad clave para que las tropas rusas avancen en la invasión del Donbass.
Por su parte, fuentes de inteligencia han elevado la cifra de civiles refugiados a 1.200 personas. «Cerca de 1.000 o 1.200 civiles de Severodonetsk podrían estar en la planta química de Azot», ha afirmado Rodion Miroshnik, un portavoz de la separatista República Popular de Lugansk, a través de un mensaje en Telegram.
Además, Miroshnik ha señalado que los civiles se encuentran en la parte de la planta todavía bajo control de las fuerzas ucranianas, que suman hasta 2.000 personas, a las que hay que añadir a los combatientes extranjeros.