Los problemas cardiacos vuelven a azotar al mundo del fútbol después de conocer la muerte de dos jugadores tras sufrir sendos infartos en un entrenamiento con sus equipos, ambos en los últimos días.
El primero de ellos fue Marin Cacic, jugador croata de 23 años que militaba en el NK Nehaj. El defensor sufrió un ataque cardiaco durante un entrenamiento de su equipo, sin presentar ninguna patología previa. Cacic fue trasladado a un hospital, donde entró en coma pero terminó perdiendo la vida.
Tan solo un día después, el pasado 22 de diciembre, Mukhaled Al-Raqadi, futbolista del Muscat FC, sufrió un infarto en el calentamiento antes de un partido de su equipo. Pese a que fue llevado al hospital más cercano de manera inmediata, horas después se confirmó el fallecimiento del jugador omaní.
Estas dos muertes han vuelto a hacer saltar las alarmas sobre los problemas cardiacos en el fútbol, en un año en el que estos se han plantado como uno de sus grandes enemigos.