La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se ha opuesto al perfil de la guerra en Ucrania. La alianza tiene cerrado un pacto de producción con Rusia, y desde que empezó la guerra ha evitado pronunciarse de ninguna forma sobre el conflicto, omitiendo incluso hacer declaraciones sobre el impacto que esta puede tener en el mercado del petróleo. Apenas hablan de ello.
Ayer, en una reunión telemática, y apresurada, ratificaron el mismo incremento de producción que han llevado a cabo en mayo: 432.000 barriles diarios entre todos. El problema es que uno de los principales productores de la alianza, Rusia, está sufriendo el boicot por las sanciones que se han impuesto al país.
De hecho, no son pocos los analistas que creen que la organización no va a ser capaz de alcanzar estos niveles de producción a los que se ha comprometido, algo que ya ha ocurrido en el mes de mayo, según publican desde Bloomberg. Y eso sin tener en cuenta la posibilidad de que la Unión Europea termine acordando una prohibición total de las importaciones de petróleo ruso por parte de los países de la Unión. Si esto termina confirmándose, el problema será aún mayor.
En este momento sólo hay un puñado de países que tiene capacidad excedente de producción dentro de la OPEP: Arabia Saudí, con cerca de 1,2 millones de barriles diarios; Emiratos Árabes Unidos, con una cantidad similar, Irán, con 1,3 millones de barriles diarios e Iraq, con unos 400.000 barriles diarios. Cualquier nuevo aumento de producción acordado por el cártel recaerá sobre los hombros de este grupo de productores en su mayor parte.