El líder de izquierda, quien ha prometido renovar el sistema político y económico para abordar la pobreza y la desigualdad, derrotó por muy pocos votos a la hija de un expresidente encarcelado.
Más de un mes después de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, los funcionarios declararon a Pedro Castillo, de 51 años, como el próximo presidente de Perú. Con una votación muy cerrada, Castillo venció a Keiko Fujimori, la hija de un expresidente de derecha que se ha convertido en un símbolo prominente de la élite peruana.
La victoria de Castillo, pese a haberse producido por un margen muy estrecho, es el repudio más claro a las clases dirigentes del país en 30 años. También fue la tercera derrota consecutiva para Fujimori.