1 Reduce en un 90% el riesgo de fallecimiento y de heridas graves en la cabeza en caso de colisión frontal. Además, rebaja en un 75% el riesgo de heridas, fracturas y lesiones de otro tipo.
2 Reduce a la mitad el riesgo de muerte o heridas graves en caso de alcance; incluso esta reducción del riesgo puede llegar al 80%.
3 Evita que un ocupante lesione a otro ocupante. Si los ocupantes traseros no llevan puesto el cinturón, el riesgo de que golpee mortalmente a un pasajero delantero es hasta ocho veces superior.
4 Una de sus funciones es distribuir las fuerzas del choque entre las partes más fuertes del cuerpo, el pecho y la pelvis. El objetivo es que la presión que soporte el cuerpo y el riesgo de lesiones sea el menor posible en caso de frenado brusco.
5 El cinturón de seguridad y el airbag funcionan de manera complementaria. Si no se utiliza el cinturón, el impacto del ocupante contra el airbag puede ser mortal.