Realizan primer trasplante de corazón de cerdo a un humano

 Realizan primer trasplante de corazón de cerdo a un humano

En un hito para la medicina, cirujanos estadounidenses trasplantaron el corazón de un cerdo a un paciente humano en un último esfuerzo por salvarle la vida, y el hospital de Maryland donde se realizó el procedimiento señaló el lunes que el receptor se encuentra en buen estado tres días después de la cirugía experimental.

Si bien es demasiado pronto para saber si la operación funcionará en realidad, sí representa un hito en una cruzada de varias décadas por trasplantar algún día órganos de origen animal para salvar vidas humanas. Doctores del Centro Médico de la Universidad de Maryland señalaron que el trasplante demostró que el corazón de un animal genéticamente modificado puede funcionar en el cuerpo humano sin que se presente un rechazo inmediato.

El paciente, David Bennett, de 57 años, sabía que no había garantía alguna de que el experimento funcionara, pero se estaba muriendo, no era elegible para recibir un corazón humano y no tenía más opciones, comentó su hijo a The Associated Press.

“Era morir o someterme a este trasplante. Quiero vivir. Sé que las posibilidades son bajas, pero es mi última opción”, dijo Bennett un día antes de la cirugía, según el comunicado difundido por la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland.

Una “última oportunidad”
Bennett era hasta el viernes un paciente terminal que llevaba seis semanas ingresado y que por su condición no calificaba para recibir el corazón de otro humano. El doctor Griffith, que desde hace cinco años trabaja con el doctor Mohammad Mohiuddin, un investigador que estableció y es director científico en la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland el programa de xenotrasplantes cardíacos, y que en los últimos cinco años ha trasplantado los corazones de cerdos modificados a 50 babuinos, le planteó a mediados de diciembre la posibilidad de recibir el órgano animal. “No estaba seguro de que me estuviera entendiendo”, le ha contado a ‘The New York Times’ el médico,. “Entonces dijo: ¿daré gruñidos?”

Más allá de la broma, Bennett sabía que el trasplante era “cuestión de vida o muerte”. Y en unas declaraciones realizadas antes de la cirugía que ha facilitado ahora el centro médico dijo: “Quiero vivir. Sé que es dar palos de ciego pero es mi última oportunidad”.

La apuesta por ahora ha sido ganadora. En la operación, que la Agencia del Medicamento de EEUU autorizó para “uso compasivo” en nochevieja, Bennett recibió el corazón facilitado por Revivicor, una compañía basada en Virginia, que había realizado 10 modificaciones genéticas en el animal. Se desactivaron cuatro genes, incluyendo uno que codifica una molécula que provoca una agresiva reacción de rechazo en humanos y otro que hace que el corazón siga creciendo. Además, se insertaron seis genes humanos para hacer que el sistema inmune tolere más el nuevo corazón.

Las primeras 48 horas, que son críticas, transcurrieron sin incidente. Y Bennett seguía el lunes conectado a un bypass cardiopulmonar que ayuda a su corazón y sus pulmones, pero de momento no había mostrado rechazo ni presentaba infecciones, dos de los mayores riesgos en los xenotrasplantes. “Crea el pulso, crea la presión, es su corazón”, explicó el doctor Griffith. “Está funcionando y parece normal”.

“Si esto funciona habrá suministro sin límite de estos órganos para pacientes que están sufriendo”, ha celebrado Mohiuddin, una de las mayores eminencias en este campo con más de tres siglos de tradición que se abrió con intentos de sangre de animales a humanos y en el que, tras experimentaciones en la segunda mitad del siglo XX como trasplantes de órganos de babuinos a humanos, ahora la investigación con órganos de cerdos ha tomado un lugar primordial.

Con ventajas sobre otros mamíferos, los cerdos son más fáciles de criar y alcanzan en solo seis meses el tamaño adulto. Ya han sido usados en trasplantes de células pancreáticas en diabéticos, para válvulas cardiacas (una de las cuales había recibido ya Bennett) o para injertos de piel en casos de quemaduras. Sus intestinos se usaron para desarrollar la heparina, un anticoagulante, y en China se han empleado también en trasplantes de córneas.

Jos M.C.

Artículos relacionados