El fenómeno ‘Motomami’ rugió anoche con fuerza en La Marina de València por el concierto de Rosalía en València. Un espectáculo que arrancó con los motores cargados para recorrer un trazado en el que la cantante ya exhibe un repertorio contundente.
Durante una hora y media, la catalana da gas para aumentar el delirio en los temas festivos y desenfadados de su último trabajo pero frena en unas sinuosas curvas que permiten disfrutar de la impecable voz en directo de la artista durante temas como ‘Dolerme’, que interpreta guitarra en mano, o ‘De plata’ donde se calza una bata de cola de varios metros.
Pero el ‘Motomami World Tour’ es como una carrera de MotoGP donde no hay demasiado tiempo que perder. Así que terminada la parada en ‘boxes’, el silencio del público se rompe rápido mientras retumban los acordes de otro ‘hit’ de la de Sant Esteve de Sesrovires.
Su primer concierto en València en Las Naves
«Fa sis anys vaig tocar aquí a València per primera vegada, i crec que hi hauria unes 150 persones a l’actuació», admitía en catalán (La) Rosalía ante el público valenciano que anoche se agolpó para bailar, cantar y, sobre todo, sudar en el Auditorio Sur de La Marina de València.
La cantante tuvo palabras de agradecimiento para aquellos 150 asistentes de su primera actuación que tuvo lugar en Las Naves y demostró que ‘La Fama’ no parece haberle alejado de un trato cercano del que ayer hizo gala. Con un semblante relajado después del rodaje de la nueva gira con varios conciertos a sus espaldas, Rosalía interactuó en múltiples ocasiones con la audiencia.
Lo de ‘La noche de anoche’ no lo cantó con Bad Bunny, sino con un entregado Iván escogido de forma aleatoria entre los asistentes que permanecían en una primera fila accesible con entradas VIP que, en una gira motera, tenían precios de barril de Brent.