Los efectos del COVID-19 en la salud física y las innumerables muertes que ha provocado la pandemia han sido y siguen siendo devastadores a escala mundial.
Sin embargo, la salud mental de personas de todo el mundo también se vio afectada. El año pasado, docenas de lectores de Medical News Today nos advirtieron sobre el estrés y la ansiedad que vinieron con las primeras oleadas de encierros.
La gente estaba preocupada por el impacto emocional que la pérdida de seres queridos tendría en ellos mismos y en sus amigos y vecinos. A muchos les resultó difícil sobrellevar el dolor y el aislamiento, y a otros les resultó difícil lidiar con la pérdida del empleo y la inseguridad financiera.
Los científicos están comenzando a ver un «aumento» global de la depresión.