Éste en concreto es un ejemplar bastante viajero. Fue el número 55 fabricado, adquirido por un cliente en Milán, que lo vendió en 1977 a alguien de Bolonia. Ese mismo año fue exportado a Estados Unidos, concretamente al Auto Palace de Pittsburg Pensilvania, donde lo adquirió Walker Inman Jr., quien lo tuvo durante 12 años.
Sus tres siguientes dueños eran todos de California y durante su estancia en territorio estadounidense, en 2033, Marcello Gandini, uno de los diseñadores del Countach, firmó su salpicadero.
Además del valor añadido que eso supone, entre 2006 y 2007 Bobileff Motorcar Company, en California, llevó a cabo una restauración valorada en 60.000 dólares que incluyó remozar el exterior y el interior del coche, además de reconstruir su motor.