La compañía de Elon Musk da marcha atrás y no permitirá jugar a videojuegos mientras se conduce.
La compañía que dirige Elon Musk no permitirá que el conductor o el pasajero puedan utilizar los videojuegos instalados en el sistema multimedia del vehículo si éste se encuentra en marcha, algo que hasta ahora estaba permitido y había desatado una gran polémica.
La drástica decisión (excluir incluso al acompañante) le ha sido comunicada por el fabricante a la NHTSA, la agencia federal encargada del tráfico en EEUU, según desveló uno de sus portavoces al diario ‘The Washington Post’ lo confirmó.
La medida es la respuesta de la marca fundada por Elon Musk después de que, la semana pasada, la NHTSA anunciase una investigación sobre la seguridad de los automóviles de Tesla equipados con esa funcionalidad. La investigación alcanzaría a unos 580.000 automóviles de los modelos S, X, Y y 3. En ellos, la aplicación denominada Passenger Play hacía ya tiempo que permitía al pasajero entretenerse con alguno de los videojuegos cargados en ella.
La polémica surgió cuando, además de añadir nuevos títulos a la colección, el fabricante permitió que éstos funcionaran con el automóvil en marcha. Como única salvaguarda, el sistema pregunta al usuario si es el conductor, por lo que todo dependería de la buena voluntad (y el sentido común) de este último.