Una demo técnica sorprendente
Dividida en tres partes que van de menos a más, la experiencia de The Matrix Awakens empieza con las versiones virtuales de Neo y Trinity aprovechando la idea de la película para sorprendernos con lo difícil que es adivinar si lo que tienes delante es un vídeo con actores o la experiencia ya ha empezado.
Algo más fácil de distinguir de lejos que en unos primerísimos planos que te trastocan el cerebro, el truco es que, sencillamente, no hay truco. Todo está exquisitamente recreado con el Unreal Engine 5 y, aunque sabes que es una demo técnica y que todo está en un entorno preparadísimo para que luzca así de bien -marketing, ya sabéis-, no puedes evitar tener la sensación de que esto es un pelotazo.
Mientras escuchas al bueno de Keanu soltar su discurso teórico, piensas en las posibilidades de esto el día que los juegos se vean así de bien, cuando pase a la práctica. Y entonces, por si tenías ganas de más, el vídeo salta a la acción y se convierte en juego.
Con una secuencia de persecución que irremediablemente recuerda a Matrix Reloaded, la demo te demuestra qué es capaz de hacer más allá de las cinemáticas y para sorpresa de cualquiera que esté a los mandos, entiendes hasta qué punto la gente de Epic no te estaba vacilando con esas caras. Realmente puede llegar a verse así también cuando estás jugando.