En la ciudad de Mayfield, en la que viven unos 10.000 habitantes, un tornado derrumbó una fábrica en la que estaban trabajando más de un centenar de personas y provocó una cifra “masiva” de víctimas.
“Había unas 110 personas en el momento en que el tornado lo golpeó”, dijo el gobernador. Y añadió: “Creemos que perderemos al menos a docenas de esas personas. Es muy duro, realmente duro, y estamos rezando por todas y cada una de esas familias”.
Asimismo, Beshear activó a la Guardia Nacional y la Policía Estatal de Kentucky.