Tras casi 24 horas de intensas lluvias, un aluvión bajó desde los bosques por las laderas de la montaña Ruco Pichincha hasta asentamientos urbanos ubicados en la parte alta del centro-oeste de Quito arrasando con todo a su paso: personas, vehículos, motocicletas, cualquier cosa que se le interpusiera en las calles de los barrios La Comuna y La Gasca. Las autoridades han confirmado al menos 24 muertos.
“Apenas tuve tiempo de agarrar de la mano a mi hijo de cuatro años y corrí a las escaleras, hacia la terraza. De un momento a otro las paredes de adelante y de un costado desaparecieron. Gritábamos a las vecinas del primer piso, pero el agua se las llevó a la madre y a la hija”, dijo Pacheco a The Associated Press.
“Seguíamos gritando a los vecinos de las casas cercanas, pero el estruendo del lodo y el aguacero no dejaba oír nada”, señaló la mujer frente de la que fuera su casa, la primera en ser impactada por el aluvión que se llevó todas sus posesiones.