Un campeón no solo lo es por sus aciertos, también lo es por encajar los fallos y enmendar sus errores de forma rápida y sin dramas. Y en eso, Verstappen dio un recital en México. Un día antes, el neerlandés se había visto sorprendido por los dos Mercedes, que le arrebataron la pole, relegándolo a la tercera posición.
Pese al enfado, ya tenía claro lo que debía hacer: aprovechar su posición de salida. “Ha habido mucho polvo y eso espero que eso nos dé un poco de ventaja saliendo por el lado más limpio”, apuntaba. Y eso fue lo que hizo en un arranque espectacular.