La avergonzante derrota ante el Watford por cuatro goles a uno ha terminado con la paciencia de los aficionados que tenían la esperanza de ver una respuesta a la situación de crisis. La continuidad de Solskjaer en el banquillo pende de un hilo. Y, por supuesto, los protagonistas han salido a dar la cara. Si esperan encontrar el clásico merecimos más o no hemos jugado mal, no es el caso. Los integrantes del vestuario han sacado su voz más crítica y han gritado al cielo la urgencia de darle la vuelta.
«No es aceptable la forma en la que jugamos y hacemos las cosas. Es fácil culpar al entrenador o al cuerpo técnico, pero a veces son los jugadores. Fue difícil ver jugar al equipo hoy, fue una pesadilla tras otra», explica enfadado De Gea. Bruno Fernandes, menos explícito, le quita responsabilidad al entrenador: «Es culpa de todos… No es el entrenador, no es un jugador, son todos».
El propio Solskjaer, una vez más, ha tenido que hacer frente a la posibilidad de ser destituido tras la debacle. Pese a que no está nada conforme con la actuación de los suyos, sigue confiando en sus posibilidades: “Siempre he creído en mí mismo. Sí, creo que podemos cambiar esto. Lo siento por los aficionados. Siento lo mismo que ellos. Estamos avergonzados, perdiendo el camino. Estamos en una muy mala racha».